El acné constituye una afección cutánea que se inicia en el
folículo pilosebáceo, pero no es una enfermedad de la glándula sebácea.
Las lesiones de que provoca ocasionan problemas estéticos
que preocupan a quien lo padece y que a veces pueden llegar a causar un trauma.
El acné se ha de tratar pero también prevenir, aplicando las
pautas higiénicas diarias y en cabina para evitar su reactivación.
Todas las pieles acumulan componentes externos ( humos, polución, maquillaje,
microorganismos) que se adhieren y ensucian la superficie cutánea, del mismo
modo existen pieles que de forma
constitucional segregan mayor cantidad de sebo que se acumulan en los
folículos pilosos y que además acumulan mayor cantidad de corneocitos
descamantes que se mezclan con el sebo, obstruyendo los folículos y
favoreciendo la proiferación de bacterias, por
se debe eliminar esta suciedad mañana y noche.
Estas pieles requieren además de una cuidadosa limpieza diaria,
una limpieza más específica y profunda en cabina, para el control de la
secreción sebácea y el afinamiento de la capa córnea.
Con este tratamiento conseguiremos una piel limpia y
controlada.